PERCY JACKSON Y LOS DIOSES DEL OLIMPO
EL LADRÓN DEL RAYO
«Ser mestizo es peligroso. Asusta. La mayor parte del tiempo sólo sirve para que te maten de manera horrible y dolorosa»
— Percy Jackson
«—Grover, el hilo que la anciana cortó... ¿significa que alguien va a morir?
Su mirada cargada de aflicción, como si ya estuviera eligiendo las flores de mi ataud»
— Percy y Grover
«—Vale, pero ¿qué eres exactamente?
—Eso no importa ahora.
—¿Qué no importa? Mi mejor amigo es un burro de la cintura para abajo...
Grover soltó un balido gutural.
—¡Cabra! —gritó
—¿Qué?
—¡Que de cintura para abajo soy una cabra!
—Pero si acabas de decir que no importa.
—¡Bee-ee-ee! ¡Hay sátiros que te patearían ante el insulto!»
— Percy y Grover
«Parpadeé para quitarme la lluvia de los ojos.
—Es...
—El hijo de Pasífae —dijo mi madre—. Ojalá hubiera sabido cuánto deseaban matarte.
—Pero es el Min...
—No digas su nombre —me advirtió—. Los nombres tienen poder»
— Percy y Sally
«Echó un vistazo a mi cuerno de minotauro y me miró a los ojos. Supuse que iba a decir algo como: «¡Vaya, has matado a un minotauro!» , o «¡Uau, eres un fenómeno!» . Pero sólo dijo:
—Cuando duermes babeas.
Y salió corriendo hacia el campo con el pelo suelto ondeando a su espalda»
— Percy y Annabeth
«—Usted es Dioniso —dije—. El dios del vino.
El Señor D puso los ojos en blanco.
—¿Cómo se dice en esta época, Grover? ¿Dicen los niños «menuda lumbrera»?
—S-sí, señor D.
—Pues menuda lumbrera, Percy Jackson. ¿Quién creías que era? ¿Afrodita, quizá?»
— Percy y Dioniso
«Me detuve en la primera de la izquierda, la 3.
No era alta y fabulosa como la 1, sino alargada, baja y sólida. Las paredes eran de tosca piedra gris tachonada con pechinas y coral, como si los bloques de piedra hubieran sido extraídos directamente del fondo del océano»
— Percy Jackson
«—¿Ambrosía y néctar?
—La comida y la bebida que te dimos para que te recuperaras. Eso habría matado a un chico normal. Le habría convertido la sangre en fuego y los huesos en arena, y ahora estarías muerto. Asúmelo. Eres un mestizo.
Un mestizo. Tenía tantas preguntas en la cabeza que no sabía por dónde empezar»
— Percy y Annabeth
«Yo era el siguiente.
Ojalá hubiera sabido qué nombre de dios pronunciar. Al final, opté por una petición silenciosa: Quienquiera que seas, dímelo. Por favor. Me incliné y eché una gruesa rodaja de jamón al fuego, y afortunadamente no me asfixié con el denso humo que desprendía la hoguera»
— Percy Jackson
«[...] Pero no estaban mirando cómo sanaban mis heridas. Miraban algo encime de mi cabeza.
—Percy —dijo Annabeth, señalando.
Cuando alcé la mirada, la señal empezaba a desvanecerse, pero aún se distinguía el holograma de luz verde, girando y brillando. Una lanza de tres puntas: un tridente.
—Tu padre —murmuró Annabeth—. Esto no es nada bueno.
—Ya está determinado —anunció Quirón.
Todos empezaron a arrodillarse, incluso los campistas de la cabaña de Ares, aunque no parecían nada contentos.
—¿Mi padre? —pregunté perplejo.
—Poseidón —repuso Quirón—. Sacudidor de tierras, portador de tormentas, padre de los caballos. Salve, Perseus Jackson, hijo del dios del mar»
«Me detuve en la primera de la izquierda, la 3.
No era alta y fabulosa como la 1, sino alargada, baja y sólida. Las paredes eran de tosca piedra gris tachonada con pechinas y coral, como si los bloques de piedra hubieran sido extraídos directamente del fondo del océano»
— Percy Jackson
«—¿Ambrosía y néctar?
—La comida y la bebida que te dimos para que te recuperaras. Eso habría matado a un chico normal. Le habría convertido la sangre en fuego y los huesos en arena, y ahora estarías muerto. Asúmelo. Eres un mestizo.
Un mestizo. Tenía tantas preguntas en la cabeza que no sabía por dónde empezar»
— Percy y Annabeth
«Yo era el siguiente.
Ojalá hubiera sabido qué nombre de dios pronunciar. Al final, opté por una petición silenciosa: Quienquiera que seas, dímelo. Por favor. Me incliné y eché una gruesa rodaja de jamón al fuego, y afortunadamente no me asfixié con el denso humo que desprendía la hoguera»
— Percy Jackson
«[...] Pero no estaban mirando cómo sanaban mis heridas. Miraban algo encime de mi cabeza.
—Percy —dijo Annabeth, señalando.
Cuando alcé la mirada, la señal empezaba a desvanecerse, pero aún se distinguía el holograma de luz verde, girando y brillando. Una lanza de tres puntas: un tridente.
—Tu padre —murmuró Annabeth—. Esto no es nada bueno.
—Ya está determinado —anunció Quirón.
Todos empezaron a arrodillarse, incluso los campistas de la cabaña de Ares, aunque no parecían nada contentos.
—¿Mi padre? —pregunté perplejo.
—Poseidón —repuso Quirón—. Sacudidor de tierras, portador de tormentas, padre de los caballos. Salve, Perseus Jackson, hijo del dios del mar»
— Captura la bandera
«Reuní valor para preguntar
—¿Cuál es mi destino?
[...] Gabe se volvió hacía mí y habló con la voz áspera del Oráculo: «Irás al oeste, donde te enfrentarás al dios que se ha rebelado»
El tipo a su derecho levantó la vista y dijo con la misma voz: «Encontrarás lo robado y lo devolverás»
El de la izquierda subió la apuesta con dos fichas y después dijo: «Serás traicionado por quien se dice tu amigo»
Por último Eddie, el portero del edificio, pronunció la peor de todas: «Al final, no conseguirás salvar lo más importante»
—Percy hablando con el Oráculo de Delfos
«Reuní valor para preguntar
—¿Cuál es mi destino?
[...] Gabe se volvió hacía mí y habló con la voz áspera del Oráculo: «Irás al oeste, donde te enfrentarás al dios que se ha rebelado»
El tipo a su derecho levantó la vista y dijo con la misma voz: «Encontrarás lo robado y lo devolverás»
El de la izquierda subió la apuesta con dos fichas y después dijo: «Serás traicionado por quien se dice tu amigo»
Por último Eddie, el portero del edificio, pronunció la peor de todas: «Al final, no conseguirás salvar lo más importante»
—Percy hablando con el Oráculo de Delfos
«—Bien —prosiguió Quirón—. Puedes ir con dos compañeros. Grover es uno. La otra ya se ha ofrecido voluntaria, si aceptas su ayuda.
—Caramba —fingí sorpresa—. ¿Quién puede ser tan tonta como para ofrecerse voluntaria en una misión como ésta?
El aire resplandeció tras Quirón.
Annabeth se volvió visible quitándose la gorra de los Yankees y la guardó en el bolsillo trasero.
—Llevo mucho tiempo esperando una misión, sesos de alga —espetó—. Atenea no es ninguna fan de Poseidón, pero si vas a salvar el mundo, soy la más indicada para evitar que metas la pata.
—Anda, si eso es lo que piensas —repliqué—, será porque tienes un plan, ¿no, chica lista?
Se puso como un tomate.
—¿Quieres mi ayuda o no?
Vaya si la quería. Necesitaba toda la ayuda que pudiera obtener.
—Un trío —dije—. Podría funcionar»
—Percy, Annabeth y Quirón
«[...] El letrero de neón encima de la puerta me resultó ilegible, porque si hay algo peor para mi dislexia que el inglés corriente, es el inglés corriente en cursiva roja de neón.
Leí algo como: MOPERIO DE MONGOS DE RAJDÍN ELATIDA MEE
—¿Qué demonios pone ahí? —pregunté.
—No lo sé — contestó Annabeth.
Le gustaba tanto leer que había olvidado que también era disléxica»
—Percy y Annabeth
«Regresé a la mesa de picnic, metí dentro la cabeza de Medusa y rellené el formulario de envío.
Los Dioses
Monte Olimpo
Planta 600
Edificio Empire State
Nueva York NY
Con mis mejores deseos
PERCY JACKSON
—Eso no va a gustarles —me avisó Grover—. Te considerarán un impertinente.
Metí unos cuantos dracmas de oro en la bolsita. En cuanto la cerré, se oyó un sonido de caja registradora. El paquete flotó por encima de la mesa y desapreció con un suave pop
—Es que soy un impertinente —respondí. Miré a Annabeth, a ver si se atrevía a criticarme.
No se atrevió. Parecía resignada al hecho de que yo tenía un notable talento para fastidiar a los dioses»
—Percy, Annabeth y Grover
—Caramba —fingí sorpresa—. ¿Quién puede ser tan tonta como para ofrecerse voluntaria en una misión como ésta?
El aire resplandeció tras Quirón.
Annabeth se volvió visible quitándose la gorra de los Yankees y la guardó en el bolsillo trasero.
—Llevo mucho tiempo esperando una misión, sesos de alga —espetó—. Atenea no es ninguna fan de Poseidón, pero si vas a salvar el mundo, soy la más indicada para evitar que metas la pata.
—Anda, si eso es lo que piensas —repliqué—, será porque tienes un plan, ¿no, chica lista?
Se puso como un tomate.
—¿Quieres mi ayuda o no?
Vaya si la quería. Necesitaba toda la ayuda que pudiera obtener.
—Un trío —dije—. Podría funcionar»
—Percy, Annabeth y Quirón
«[...] El letrero de neón encima de la puerta me resultó ilegible, porque si hay algo peor para mi dislexia que el inglés corriente, es el inglés corriente en cursiva roja de neón.
Leí algo como: MOPERIO DE MONGOS DE RAJDÍN ELATIDA MEE
—¿Qué demonios pone ahí? —pregunté.
—No lo sé — contestó Annabeth.
Le gustaba tanto leer que había olvidado que también era disléxica»
—Percy y Annabeth
«Regresé a la mesa de picnic, metí dentro la cabeza de Medusa y rellené el formulario de envío.
Los Dioses
Monte Olimpo
Planta 600
Edificio Empire State
Nueva York NY
Con mis mejores deseos
PERCY JACKSON
—Eso no va a gustarles —me avisó Grover—. Te considerarán un impertinente.
Metí unos cuantos dracmas de oro en la bolsita. En cuanto la cerré, se oyó un sonido de caja registradora. El paquete flotó por encima de la mesa y desapreció con un suave pop
—Es que soy un impertinente —respondí. Miré a Annabeth, a ver si se atrevía a criticarme.
No se atrevió. Parecía resignada al hecho de que yo tenía un notable talento para fastidiar a los dioses»
—Percy, Annabeth y Grover
«Miré a Annabeth, convencido de que empezaría a reírse con la broma que me estaban gastando, pero ella estaba muy seria.
—No voy a decirle hola a un caniche rosa —dije—. Olvidadlo.
—Percy —intervino Annabeth—. Yo le he dicho hola al caniche. Tú le dices hola al caniche.
El caniche gruño.
Le dije hola al caniche»
—Percy, Annabeth y Grover
«—Padre, ayúdame —recé.
Me volví y salté al vacío. Mi ropa estaba ardiendo, el veneno recorría mis venas y estaba cayendo al río»
—Percy Jackson
«Casi había perdido la esperanza de encontrar a Annabeth y a Grover cuando una voz familiar baló:
—¡Peeeer-cy! —Al volverme, el abrazo de oso (más bien de cabra) de Grover me atrapó en el sitio—. ¡Creíamos que te habías llegado al Hades de la manera mala!
Annabeth estaba de pie tras él tratando de parecer enfadada, pero también ella sentía alivio por verme.
—¡No podemos dejarte solo ni cinco minutos! ¿Qué ha pasado?
—Más o menos me he caído.
—¡Percy! ¿Desde ciento noventa y dos metros?»
—Percy, Annabeth y Grover
«—Claro. Pero ¿qué puede ir mal?
—No lo sé. Es un presentimiento. Annabeth, ven conmigo.
—¿Estás de broma?
—¿Y ahora qué pasa? —quise saber.
—¿Yo contigo en — se ruborizó levemente— en la emocionante atracción del amor? Me da verguenza. ¿Y si alguien me ve?
—¿Quién te va a ver?—Pero yo también me ruboricé un poco. Las chicas siempre le buscan tres pies al gato—. Vale —le dije—. Lo haré solo. —Pero cuando empecé a bajar a la piscina, me siguió, murmurando algo sobre que los chicos siempre lo embarullan todo»
—Percy y Annabeth
«—¡Arañas! —exclamó Annabeth, despavorida—. ¡A-aaa-raaaaaa....!
Nunca la había visto así. Trastabilló y cayó hacia atrás, pero del pánico, y las arañas robot casi la cubrieron completamente antes de que lograse levantarla y tirar de ella hacia el bote»
—Percy y Annabeth
«—Así que si los dioses pelean —dije al cabo—, ¿se alinearán del mismo modo que en la guerra de Troya? ¿Irá Atenea contra Poseidón?
Annabeth apoyó la cabeza en la mochila que Ares nos había dado y cerró los ojos.
—No sé qué hará mi madre. Sólo sé que yo lucharé en tu bando.
—¿Por qué?
—Porque eres mi amigo, sesos de alga. ¿Alguna otra pregunta idiota?»
—Percy y Annabeth
«Pensé en ello mientras esperaba a que los demonios pasaran. Fingí no darme cuenta de que Annabeth se enjugaba un lágrimade la mejilla mientras escuchaba el lastimero aullido de Cerbero en la distancia, que echaba de menos a su nueva amiga»
—Annabeth
«El sonido se volvía más audible, una voz malévola y susurrante que surgía desde abajo, mucho más abajo de donde estábamos nosotros.Provenía del foso.
Grover se incorporó.
—¿Q-qué es ese ruido?
Annabeth también lo oía.
—El Tártaro. Ésta es la entrada al Tártaro»
—Percy, Annabeth y Grover
LOS FEELS
«—Percy, no lo hagas... —me advirtió Annabeth—. Es un dios.
—Es un cobarde —repuse.
Ella tragó saliva y dijo:
—Por lo menos lleva esto, para que te dé suerte —Se quitó el collar de cuentas y el anillo de su padre y me lo puso al cuello—. Reconciliación —añadió—. Atenea y Poseidón.
Me ruboricé un poco, pero conseguí sonreír.
—Gracias.
—Y toma este amuleto de la suerte —terció Grover, y me tendió una lata aplastada que llevaba en el bolsillo—. Los sátiros estamos contigo.
—Grover... no sé qué decir.
Me dio una palmada en el hombro. Me metí la lata en el bolsillo trasero»
—Percy, Annabeth y Grover
«Le lancé el casco, que agarró al vuelo, sorprendida.
—Devuélvele eso al señor Hades —dije—. Cuéntale la verdad. Dile que desconvoque la guerra.
Vaciló y la vi humedecerse los labios verdes y apergaminados con una lengua bífida.
—Vive bien, Percy Jackson. Conviértete en un auténtico héroe. Porque si no lo haces, si vuelves a caer en mis garras...»
—No voy a decirle hola a un caniche rosa —dije—. Olvidadlo.
—Percy —intervino Annabeth—. Yo le he dicho hola al caniche. Tú le dices hola al caniche.
El caniche gruño.
Le dije hola al caniche»
—Percy, Annabeth y Grover
«—Padre, ayúdame —recé.
Me volví y salté al vacío. Mi ropa estaba ardiendo, el veneno recorría mis venas y estaba cayendo al río»
—Percy Jackson
«Casi había perdido la esperanza de encontrar a Annabeth y a Grover cuando una voz familiar baló:
—¡Peeeer-cy! —Al volverme, el abrazo de oso (más bien de cabra) de Grover me atrapó en el sitio—. ¡Creíamos que te habías llegado al Hades de la manera mala!
Annabeth estaba de pie tras él tratando de parecer enfadada, pero también ella sentía alivio por verme.
—¡No podemos dejarte solo ni cinco minutos! ¿Qué ha pasado?
—Más o menos me he caído.
—¡Percy! ¿Desde ciento noventa y dos metros?»
—Percy, Annabeth y Grover
«—Claro. Pero ¿qué puede ir mal?
—No lo sé. Es un presentimiento. Annabeth, ven conmigo.
—¿Estás de broma?
—¿Y ahora qué pasa? —quise saber.
—¿Yo contigo en — se ruborizó levemente— en la emocionante atracción del amor? Me da verguenza. ¿Y si alguien me ve?
—¿Quién te va a ver?—Pero yo también me ruboricé un poco. Las chicas siempre le buscan tres pies al gato—. Vale —le dije—. Lo haré solo. —Pero cuando empecé a bajar a la piscina, me siguió, murmurando algo sobre que los chicos siempre lo embarullan todo»
—Percy y Annabeth
«—¡Arañas! —exclamó Annabeth, despavorida—. ¡A-aaa-raaaaaa....!
Nunca la había visto así. Trastabilló y cayó hacia atrás, pero del pánico, y las arañas robot casi la cubrieron completamente antes de que lograse levantarla y tirar de ella hacia el bote»
—Percy y Annabeth
«—Así que si los dioses pelean —dije al cabo—, ¿se alinearán del mismo modo que en la guerra de Troya? ¿Irá Atenea contra Poseidón?
Annabeth apoyó la cabeza en la mochila que Ares nos había dado y cerró los ojos.
—No sé qué hará mi madre. Sólo sé que yo lucharé en tu bando.
—¿Por qué?
—Porque eres mi amigo, sesos de alga. ¿Alguna otra pregunta idiota?»
—Percy y Annabeth
«Pensé en ello mientras esperaba a que los demonios pasaran. Fingí no darme cuenta de que Annabeth se enjugaba un lágrimade la mejilla mientras escuchaba el lastimero aullido de Cerbero en la distancia, que echaba de menos a su nueva amiga»
—Annabeth
«El sonido se volvía más audible, una voz malévola y susurrante que surgía desde abajo, mucho más abajo de donde estábamos nosotros.Provenía del foso.
Grover se incorporó.
—¿Q-qué es ese ruido?
Annabeth también lo oía.
—El Tártaro. Ésta es la entrada al Tártaro»
—Percy, Annabeth y Grover
LOS FEELS
«—Percy, no lo hagas... —me advirtió Annabeth—. Es un dios.
—Es un cobarde —repuse.
Ella tragó saliva y dijo:
—Por lo menos lleva esto, para que te dé suerte —Se quitó el collar de cuentas y el anillo de su padre y me lo puso al cuello—. Reconciliación —añadió—. Atenea y Poseidón.
Me ruboricé un poco, pero conseguí sonreír.
—Gracias.
—Y toma este amuleto de la suerte —terció Grover, y me tendió una lata aplastada que llevaba en el bolsillo—. Los sátiros estamos contigo.
—Grover... no sé qué decir.
Me dio una palmada en el hombro. Me metí la lata en el bolsillo trasero»
—Percy, Annabeth y Grover
«Le lancé el casco, que agarró al vuelo, sorprendida.
—Devuélvele eso al señor Hades —dije—. Cuéntale la verdad. Dile que desconvoque la guerra.
Vaciló y la vi humedecerse los labios verdes y apergaminados con una lengua bífida.
—Vive bien, Percy Jackson. Conviértete en un auténtico héroe. Porque si no lo haces, si vuelves a caer en mis garras...»
—Percy y la señora Dodds
«—Yo no lo haría —me advirtió Luke—. Los escorpiones del abismo saltan hasta cinco metros. El aguijón perfora la ropa. Estarás muerto en sesenta segundos.
—Pero ¿qué...?
Entonces lo comprendí: «Serás traicionado por quien se dice tu amigo.»
—Tú... —musité»
—Percy y Luke
«—Aparta este bicho —dije—. Si tan fuerte eres, pelea conmigo.
Luke sonrió.
—Buen intento Percy pero yo no soy Ares. A mí no vas a engatusarme. Mi señor me espera, y tiene misiones de sobra que darme.
—Luke...
—Adiós, Percy. Se avecina una nueva Edad de Oro, pero tú no formarás parte de ella»
—Percy y Luke
«—Yo no lo haría —me advirtió Luke—. Los escorpiones del abismo saltan hasta cinco metros. El aguijón perfora la ropa. Estarás muerto en sesenta segundos.
—Pero ¿qué...?
Entonces lo comprendí: «Serás traicionado por quien se dice tu amigo.»
—Tú... —musité»
—Percy y Luke
«—Aparta este bicho —dije—. Si tan fuerte eres, pelea conmigo.
Luke sonrió.
—Buen intento Percy pero yo no soy Ares. A mí no vas a engatusarme. Mi señor me espera, y tiene misiones de sobra que darme.
—Luke...
—Adiós, Percy. Se avecina una nueva Edad de Oro, pero tú no formarás parte de ella»
—Percy y Luke
«[...] Annabeth, sentada a mi lado, sostenía mi vaso de néctar y me pasaba un paño húmedo por la frente
—Aquí estamos otra vez —dije.
—Cretino —dijo Annabeth, lo que me indicó lo contenta que estaba de verme conciente—. Estabas verde y volviéndote gris cuando te encontramos. De no ser por los cuidados de Quirón...
—Bueno, bueno —intervino la voz de Quirón—. La constitución de Percy tiene parte del mérito»
—Percy, Annabeth y Quirón
«Apretó los labios.
—¿Verdad que no vas a intentar ninguna tontería durante el año académico? O al menos no sin antes enviarme un mensaje iris.
Sonreí.
—No voy a buscarme problemas. Normalmente no hace falta.
—Cuando vuelva el próximo verano —me dijo—, iremos tras Luke. Pediremos una misión, pero si no nos la conceden, nos escaparemos y lo haremos igualmente. ¿De acuerdo?
—Parece un plan digno de Atenea.
Chocamos las manos.
—Cuídate, sesos de alga —me dijo—. Mantén los ojos abiertos.
—Tú también, listilla»
—Percy y Annabeth
«—Volveré el verano que viene —le prometí contemplando el cielo—. Sobreviviré hasta entonces. Después de todo, soy tu hijo. —Le pedí a Argos que me acompañara hasta la cabaña 3 para preparar mis bolsas y marcharme a casa»
—Percy Jackson
LAMENTO HABERME DEMORADO PERO ES QUE MIENTRAS LEÍA MIS POST-ITS ME QUEDABA ENGANCHADA Y DIOSES ES IMPOSIBLE NO RELEER ESTE LIBRO CUANDO LO TIENES A LA MANO.
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO MUCHO, A MI ME REVIVIO TANTOS FEELS QUE TENÍA ¡Y LAS GANAS DE EMPEZAR BoO ME CARCOMEN AUN MAS!
¿CUAL FUE LA(S) CITA(S) QUE MÁS LES TRAJO RECUERDOS?
—Cretino —dijo Annabeth, lo que me indicó lo contenta que estaba de verme conciente—. Estabas verde y volviéndote gris cuando te encontramos. De no ser por los cuidados de Quirón...
—Bueno, bueno —intervino la voz de Quirón—. La constitución de Percy tiene parte del mérito»
—Percy, Annabeth y Quirón
«Apretó los labios.
—¿Verdad que no vas a intentar ninguna tontería durante el año académico? O al menos no sin antes enviarme un mensaje iris.
Sonreí.
—No voy a buscarme problemas. Normalmente no hace falta.
—Cuando vuelva el próximo verano —me dijo—, iremos tras Luke. Pediremos una misión, pero si no nos la conceden, nos escaparemos y lo haremos igualmente. ¿De acuerdo?
—Parece un plan digno de Atenea.
Chocamos las manos.
—Cuídate, sesos de alga —me dijo—. Mantén los ojos abiertos.
—Tú también, listilla»
—Percy y Annabeth
«—Volveré el verano que viene —le prometí contemplando el cielo—. Sobreviviré hasta entonces. Después de todo, soy tu hijo. —Le pedí a Argos que me acompañara hasta la cabaña 3 para preparar mis bolsas y marcharme a casa»
—Percy Jackson
LAMENTO HABERME DEMORADO PERO ES QUE MIENTRAS LEÍA MIS POST-ITS ME QUEDABA ENGANCHADA Y DIOSES ES IMPOSIBLE NO RELEER ESTE LIBRO CUANDO LO TIENES A LA MANO.
ESPERO QUE LES HAYA GUSTADO MUCHO, A MI ME REVIVIO TANTOS FEELS QUE TENÍA ¡Y LAS GANAS DE EMPEZAR BoO ME CARCOMEN AUN MAS!
¿CUAL FUE LA(S) CITA(S) QUE MÁS LES TRAJO RECUERDOS?
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